Que Barcelona es una marca a nivel mundial es algo que lo sabemos y celebramos los que vivimos en ella y vemos cada día como miles de turistas pasan por sus lugares más emblemáticos. Pero que eso ha hecho que también se hayan ocupado espacios únicamente para ellos y que existan zonas en nuestra ciudad que son verdaderas islas destinadas prácticamente al uso y disfrute del visitante. Lastimeramente esto es lo que pasa alrededor de lugares tan emblemáticos de la ciudad como las Ramblas, la Catedral o la conocidísima Sagrada Familia y su cercano Hospital de Sant Pau, en las que es prácticamente imposible dar dos pasos sin encontrarte un restaurante que sirva FALSAS PAELLAS con sangría o vendan el típico gorro español estilo mexicano.
Por eso es maravilloso encontrarse pequeños locales en estas zonas donde poder disfrutar de una oferta gastronómica bien definida, bien trabajada y muy bien presentada, para un público local y un cliente asiduo al que le gusta ser bien atendido y comer a gusto a un precio razonable. Donde además se cuida el trato al público y hay una zona preparada especialmente para familias con niños. Este es el caso del restaurante que hoy os presentamos, el Singular.
Ya su nombre nos da la idea de que es distinto a los que le rodean y después de hablar con sus dueños y poder probar su carta, te das cuenta que de verdad es ese oasis al lado de la Sagrada Familia que los Barceloneses nos merecemos y esperábamos.
La atención al público es su carta de presentación, acompañado de un producto de calidad, cultivado en su propia huerta, lo que te garantiza que está sumamente cuidado y que es de temporada. Esto implica que la carta va variando conforme a las estaciones y los ciclos de las plantas, lo que lo convierte en una escusa fantástica para ir de vez en cuando a probar cosas nuevas.
Los fines de semana ofrece un Brunch hasta la una de la tarde, donde poder disfrutar de ricas hamburguesas y zumos de productos naturales. El resto del tiempo, una amplia oferta para desayunos y una carta dividida en cuatro bloques, hace las delicias del visitante.
- Ambiente: el local está a escasos 100 metros de la Sagrada Familia y combina decoración moderna con clásica. Destacan los preciosos azulejos hidráulicos y un mural gigante con una enorme S de Singular. Una mesa común en la entrada para compartir, al lado de la gran cristalera y luego unas mesas más pequeñas en el interior para estar más tranquilos. El altillo está especialmente preparado para familias. En los meses de calor la cristalera se abre por completo y se pone una terraza.
- Personal: todos francamente atentos, muy dispuestos a explicarte la carta entera, aconsejarte y por supuesto preparados para hablar más de un idioma, dada la localización.
- No te lo puedes perder: como siempre hacemos en estos casos hicimos un pequeño menú degustación, basándonos en los consejos del personal y los platos que más nos apetecían, pero intentando probar esos productos de temporada que cultivan en su propia huerta a escasos km de Barcelona.
1- LAS SARDINAS AHUMADAS CON YOGUR Y COLIFLOR: una combinación de sabores distinta pero más que acertada. Producto de calidad y muy bien trabajado que te hace pensar que a veces menos es más.
2- CALÇOTS EN TÉMPURA CON ROMESCO: ya sabéis lo fan que soy de los calçots y si encima son de km 0, pues no se puede uno resistir. La salsa muy sabrosa.
3- HUEVOS CON JAMÓN, SOBRASADA Y MIEL: puede parecer demasiado potente pero tiene el toque justo de sobrasada y miel para darle ese punto dulzón que hace que te falte el pan. Perfecta conjunción de sabores tradicionales. Un clásico que estaba buenísimo.
4- TATAKI DE TERNERA CON PIPARRAS Y MOSTAZA: al más puro estilo vasco, una combinación que está de lujo y una ternera tierna. Sólo para los amantes de la carne poco hecha. Para mi de lo mejor en mucho tiempo.
5- TARTA DE MANZANA: sobre una coca crujiente artesanal y acompañada de helado y un poco de caramelo... sin duda alguna la mejor manera de acabar una comida.
- Punto débil: sinceramente no se lo encontré.
- Carta de bebidas: dividida en cervezas, refrescos, aperitivos y aguas. Le faltaría una oferta más variada de vinos.
- Precio: dependerá del hambre que lleves. Platos que van desde los 7 hasta los 16. Una media de 40-50 euros será lo habitual.
- Localización: Sardennya 221, a escasos metros de la Sagrada Familia, Ver Google maps.
- Página web y teléfono: 933 15 87 86. http://ift.tt/1ScEpSC
- Opinión general: 8/10
Una cocina de producto, de calidad, donde importa el qué y el cómo; bien trabajado y muy bien servido. Por fin un gran local de encuentro al lado de la Sagrada Familia y al que da gusto volver.
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